jueves, 27 de octubre de 2011

ACTIVIDAD: AUTOCONTROL EN EL AULA INFANTIL (2da parte)


¿Consideras que trabajar el AUTOCONTROL en el aula es adecuado?
¿Cómo lo harías?

Como educadores de educación infantil, debemos tener en cuenta que en la medida que los niños y niñas aprendan a autodominarse, los resultados serán satisfactorios o no, tarea que depende de la familia, y en cierto grado de los educadores. Debido a que los menores permanecen un tiempo considerable en la escuela, se hace indispensable la enseñanza de técnicas y estrategias de regulación. El autocontrol es una de las habilidades más importantes tanto para la solución pacífica de los conflictos, como para tener éxito en experiencias futuras.

Un modelo de actuación por parte de la educadora será fomentar la confianza y la autodisciplina de los niños, siendo ella un ejemplo de conductas y comportamientos positivos, asimismo,  estableciendo límites claros y razonables, normas dentro y fuera del aula, lo cual, posibilita un sentido de independencia para los infantes.

El autocontrol, se aprende, es por lo que cuando enseñemos a los niños no basta con decir: “no lo hagas” sino colocarnos a la altura y entendimiento del niño, explicar por qué su conducta/comportamiento no es lo que se espera de él/ella, y animarle.

El vocabulario al momento de corregir es igual de importante que las acciones para corregirlo,  emplear un vocabulario apropiado, alentar al niño con palabras positivas y ofrecer soluciones/alternativas, en lugar de reclamos y castigos, siempre son buenas herramientas que propician las conductas positivas.

Está demostrado que quienes ejercen un considerable nivel de autocontrol, percibirán beneficios en el futuro, por ejemplo: unas mejores relaciones interpersonales, a diferencias de los que desde edades tempranas no aprendieron a autorregularse apropiadamente. 

La paciencia y la expectativa o idea de que seremos premiados próximamente, es un factor muy significativo para muchos niños y niñas, que pueden evitar: ira, ansiedad o frustración, practicando otras actividades o regulándose para obtener lo previamente prometido, tal como observamos en el video en clase, es decir, que cuando los niños saben que hay una recompensa por realizar una tarea u otra, el tiempo de espera es tolerable, ya que, saben que al final recibirán un premio.

Mantener una atmósfera confortable, estimula la cooperación de los niños para aprender a controlarse a sí mismos, seguir normas, respetar  a los demás, siempre y cuando los educadores/padres enfaticen lo que los niños pueden hacer y supervisar de manera efectiva y afectiva. Cabe mencionar que existen técnicas-ejercicios de relajación, así como la creación de espacios/talleres/rincones en los que podemos practicar la relajación con los niños y niñas.

A continuación muestro dos actividades que pueden ser beneficiosas para trabajar el autocontrol dentro del aula, son flexibles y siempre se pueden adaptar, pero previamente y considerando las necesidades del grupo y las individuales al momento de hacer una llamada de atención.

1.      Técnica del Semáforo:

Se trata de asociar los colores del semáforo con las emociones y la conducta:

-   ROJODetenerse. Cuando no podemos controlar una emoción (rabia, ira, nerviosismo, angustia) nos detenemos, como cuando un coche se encuentra con la luz roja del semáforo.

-   AMARILLO: Pensar. Después de detenerse es el momento de pensar y darse cuenta del problema que se está planteando y de lo que se está sintiendo.

-   VERDE: Solucionarlo. Luego de pensar, pueden surgir alternativas o soluciones al problema.

Para asociar las luces del semáforo con las emociones y la conducta se puede realizar un mural muy grande de un semáforo con sus tres colores, y cuando se perciba malestar en clase podemos hacer que los niños y niñas indiquen en que color del semáforo queremos estar, o cual es el color para pensar, etc. 
Cuando se realice una observación individual, lo haremos de forma personalizada, dialogando con el niño o niña en cuestión.
2.     

             Lectura de cuentos:

Todos sentados en la alfombra, escucharemos un cuento que trata sobre ser pacientes, respetuosos, amables, y generosos. 
Entonces utilizaremos el cuento como referencia para que en ocasiones en que surjan inconvenientes u observemos conductas negativas, recordaremos todos juntos (individualmente si es el caso) de cómo en el cuento los personajes aunque se enfadaban siempre querían sentirse bien y tranquilo, y que arreglaban los problemas, podemos imitar gestos de enfado y alegría, contar hasta diez y respirar, además de hacer hincapié en nuestro gran semáforo.


En resumen, tenemos la responsabilidad de transmitir seguridad y confianza, y enseñar a los pequeños a controlar esos impulsos, emociones,  sentimientos y comportamientos, a través de cuentos, talleres de relajación y correcciones firmes pero amables, proporcionando alternativas y preguntando lo que podríamos hacer para solucionarlo, lo cual permite autonomía en los niños y reafirmar su personalidad.

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