jueves, 5 de enero de 2012

ACTIVIDAD 4: Parte 1





Nos encontramos ante una situación real dentro de un aula de escuela infantil.  Lucía es la tutora de un cuantioso número de niños y niñas en su aula de 2 años.  Es necesario definir ciertas normas de comportamiento, entre ellas, el no llevar juguetes a clase.                                        
Lorena pertenece a la clase de Lucía, es una niña que frecuentemente lleva un juguete a clase, irrespetando las normas de clase, y por ende creando conflictos. Lucía tiene que negociar con ella para que lo coloque en su casillero y no distraiga ni perturbe el ambiente de la clase. Lucía ha comentado este asunto con la abuela de Lorena, quien afirma que la niña no sale de casa sin llevar el juguete, por lo que, le permite asistir a clase con el.

Un día en concreto Lucía lleva problemas personales al entorno laboral, su capacidad negociadora, paciencia y otras habilidades sociales se ven afectadas, de modo que, aquel día no se encuentra tan dispuesta para dialogar y hacerle entender a la niña que debe guardar el juguete y en cambio deja que lo lleve con ella todo el día. En un momento puntual Lorena llora, tira objetos y pega a su tutora, Lucía “pierde los papeles”, la situación la desborda y grita a Lorena perjudicando así el ambiente del aula, y castigándola en un rincón apartada de la clase y privándola de actividades el resto de la jornada. No ha tenido en cuenta la necesidad de comprender a Lorena, es una niña que requiere atención y dinámicas como cualquier otro, y aún más, no debe dejar de mostarle su afecto.

A la hora de salida, la abuela de Lorena pide explicaciones a Lucía de por qué su nieta no quiere volver a clase, a la vez otros padres, escuchan este comentario, y Lucía se  pone más nerviosa.
Lucía decide afrontar esta situación y la mejor herramienta es el diálogo en privado, fija una tutoría para tratar este asunto con los padres (abuelos) de Lorena, y explicar detalladamente los conflictos dentro de clase.



En una situación así, le aconsejaría a Lucía, que debe ser totalmente sincera, humilde, empática y abierta al diálogo, creando canales de comunicación efectivos con la familia.
Entonces una vez reunidos expondría los hechos, le diría que mi comportamiento no ha sido el más acertado, que asumo mi parte de responsabilidad y que ruegos sus disculpas, y me comprometo a que no vuelva a pasar. 

Después de recibir el feedback, lenguaje no verbal de los apoderados, podría evaluar si comprenden mi postura y si han aceptado mis disculpas. Una vez aclarado este punto, procedería a hacer hincapié en las normas de convivenvia que practicamos todos en clase, que otros niños las respetan y que no traen juguetes a la escuela, es decir, que Lorena debe cumplirlas también.
Además, argumentaría sobre la importancia de acatar aquellas pautas de disciplina dentro de clase, y los beneficios de no traer juguetes de casa a la escuela. 
En este momento el problema, llevar juguetes a clase,  queda definido y procedemos a considerar posibles alternativas, soluciones para el mismo. Por lo que es preciso que durante la negociación, la escucha activa se manifieste con atención, para poder abordar un acuerdo factible tanto para la familia como para la educadora y demás niños de la clase, recalcando la importancia de respetar dicho acuerdo.

Una vez llegados a este punto, podríamos tratar las razones del comportamiento de Lorena en cuanto a la insistencia de llevar un juguete a clase, por lo que procederíamos a formulas algunas preguntas concretas a los apoderados, y a ofrecer unas estrategias de resolución para posibles futuros conflictos. Nos fijaremos un período para evaluar los resultados relativos a los acuerdos convenidos, y al cabo de un tiempo no reuniremos para ver el progreso de Lorena y como poco a poco deja de llevar el jugueta a clase por completo.
Todo este proceso, requiere voluntad, empatía y disposicion por ambas partes, y la puesta en pràctica de una serie de habilidades sociales imprescindibles para abordar pacíficamente este tipo de conflictos. 

3 comentarios:

  1. Hola Andrea!! gracias por tu comentario, tienes razón.
    Me parece muy bien como lo has argumentado. Al principio, me has liado un poco porque has puesto la historia en castellano y pensaba que era tu respuesta, pero luego me he dado cuenta que no. Y creo que te has basado más en como lo harías tu y no que le aconsejarías. Pero genial!! Sigue así, un beso.

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  2. Hola Andrea!

    Me ha parecido muy bien tu argumentación y tus propuestas para solucionar el problema. Lo único que no me ha gustado es que a la familia de la menor los llamas apoderados (pero a mi no me gusta porque me da la sensación de que la menor fuese un objeto, con esto no quiero decir que tu lo digas porque crees que es así ya que se que no lo es).

    Me ha gustado mucho que nombres las habilidades sociales que son necesarias para resolver cualquier tipo de conflicto.

    ¿Crees que aparte de ver la evolución que tiene la menor, no tendría la educadora que hacerse una autoevaluación para saber qué es lo que ha hecho mal y porque y además como es su evolución también?

    MUY BUEN TRABAJO, ME HA GUSTADO MUCHO.

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  3. Gracias Lucía!
    Zaira, en cuanto leí tu blog, y ví lo de la autoevaluación, sí que lo pensé, gracias por recordármelo para la reformulación.

    El término "apoderados" es que se usa en Chile, pero se refiere a los representantes :)

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